Querido innombrable:

Solo me queda el apego.
No siento odio, es técnicamente imposible que sienta eso después de recordar cada momento vivido.
Aquella llama, la llama de nuestro amor arde cada vez con menos fuego. Poco a poco se apaga.
Supongo que, me queda el deleite de verte a un metro de distancia, de saludarte y que apartes la cara...
Repugnancia es lo que siento cuando veo nuestra desdichada situación mientras mi mente vaga a la pasión con la que me besabas y sentía tus labios.
Cuídate mucho.

Pequeños placeres de la vida.

Ver como se derrite una vela, comer los lacasitos por colores, oler la ropa recién tendida, mirar el cielo cuando vas por la calle, pasar la hoja del calendario, encontrar a un viejo amigo por la calle, hablar delante del ventilador y reírte de como suena tu voz, el holor a humedad después de una tormenta de verano, ver que te quedan 5 minutos para salir de clase, hacer burbujas con la pajita cuando bebes, tumbarte en un campo a ver las nubes, coger arena con las manos y dejar que se escurra, besar lentamente, cuando se te rompe el pico de un cucurucho y tienes que absorver el helado para no mancharte, una carta escrita a mano, que el nick de alguien esté dirigido a ti, pensar cuando estás metido en cama y a oscuras, hacer equilibrio en el bordillo de la acera, romper el papel de los regalos, hacer pompitas con el chicle, decir "ok" cuando no entiendes lo que te dicen, darle un dedo a un bebé y que no te lo suelte, el sonido que hacen los bebés al reirse, leer las letras de las canciones como si fueran poemas, comer nocilla con el dedo, el cosquilleo de los 5 minutos antes de tener una cita con alguien, dormir cuando llueve, el sonido de la lluvia cuando estás debajo del paraguas, sacarte las zapatillas sin desabrocharlas, que te agradezcan algo mucho tiempo después de haberlo hecho, subirte al carrito del super, ver que hay niños que hacen lo que tú hacías cuando eras pequeño, el olor a gasolina o del los rotuladores permanentes, el sonido de las palomitas cuando están en el microondas, pisar hojas secas, encontrar nuevos huecos fríos en las sábanas de mi cama, el sonido que se produce al morder una manzana, el papel de las fotocopias cuando aún está caliente, el sonido de las máquinas de escribir, recibir un toque/mensaje inesperado, la última frase de un libro, poner el iPod en aleatorio y que salgan todas tus canciones favoritas en ese momento, el olor de los libros nuevos, bajar a la calle y que justo en ese momento llegue tu bus, ver como se disuelve una pastilla efervescente, tumbarme en cama recién duchado con el albornoz puesto..

Gracias.

Puedo comenzar diciendo que el amor es algo maravilloso. Porque.. lo es.
Lo que tienes que hacer es encontrar a la persona adecuada con la que compartir ese sentimiento. A veces me preguntaba que se sentía.. ¿Qué es eso de querer a alguien y que te quiera?
¿Qué es querer?
Ahora mismo, soy muy afortunada de saber lo que se siente. Es algo inexplicable, una sensación agradable mezclada con un hormigueo que empieza en la médula y te sube hasta el cuello, con mariposas en la barriga, nervios.. y, lo más importante de todo.. es ser correspondido. Amar y ser amado. Sé que puede sonar a cursilada.. de hecho, yo antes de experimentarlo decía que era un poco gilipollez y muy cursi. Pero una vez que lo experimentas... quieres más, más, mucho más. De hecho, leí en una revista que el amor es una droga jajajajajaj (en parte tiene razon).
Pero, lo peor de todo está cuando se te acaba el amor... llega un punto en el que pasas de todo, te da igual lo que la otra persona piense y te centras en otras cosas hasta el punto de ser tan descuidado de olvidarte pequeñas cosas que antes te acordabas. Y te gustaba recordarlas...
Pero, se acabó el amor, si. ¿Se puede recuperar? ¡Si! Claro que se puede recuperar. Donde hubo algo lo puede haber otra vez.. quiero decir, si le quisiste tanto, pasaste tantas horas de tu vida pensando en esa persona tan especial para tí.. ¿Por qué no volverlo a querer? ¿Por qué no volver a experimentar esas mariposas en la boca de tu estómago?.
Es cuestión de ponerte a leer mensajes, conversaciones, cartas... pensar.. pensar en todos aquellos momentos felices vividos al lado de esa persona tan especial para tí.
Ahí es cuando te darás cuenta que nunca dejaste de querer a esa persona. Siempre la quisiste, de algún modo u otro, más o menos.. pero tú sentías algo por esa persona.
Volver a escuchar esas canciones que te recuerdan a todo lo vivido.. esa sonrisilla que dura 5 minutos... merece mucho la pena.

Te quiero mucho.

Contra la opresión.

El hecho de poder hablar de lo que quieras, cuando quieras, con quien quieras. No importa que seas hombre, mujer, blanco, negro, católico, ateo, cristiano, judío, musulmán.. eres libre. Y libre, libertad... son palabras de las que todo el mundo puede gozar porque nadie, absolutamente nadie es propiedad de ninguna otra persona.

Otra cosa muy distinta es que no hagas lo que te dé la gana por miedo a que los demás comenten sobre tí (Y no precisamente bien).

Adiós a la libertad...

Cosas molestas.

Ir solo por la calle y sin música, tener frío cuando estás durmiendo, tener calor cuando estás durmiendo, mirarte al espejo y descubrir un grano, levantar la persiana y ver que está nublado, cuando se te cae un helado al suelo, mancharte al comer espaguetis, estudiar, ver como los demás lo pasan bien y tu no, que te marginen , que se te muera uno de tus padres, que se te mueran tus padres, comer tu comida favorita y llenarte.. pero quieres seguir comiendo más, que lleves siempre las tareas a clase y el día que te faltan te las piden, que te suden las manos, tener caspa, que te huelan mal los pies y tener que quitarte los zapatos cuando estás con mucha gente a la que apenas conoces, hablar por teléfono y que estén viendo la tele, tener los dientes amarillos, que se te borren las uñas al día siguiente de pintarlas, tropezar delante de todo el mundo que sabe quien eres, que te hablen de piojos y te pique la cabeza, que te piquen los pies cuando llevas zapato cerrado, que te gasten siempre la misma broma y tu.. por ingenuo.. picas, tener los pies fríos...